lunes, 21 de diciembre de 2009

martes, 8 de diciembre de 2009

Contra el cierre de las delegaciones del COAM: NO A LA IMPROVISACION


En el año 1992, cuando terminé la primera etapa universitaria y me colegié en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, ya se habían colegiado diez mil y pico compañeros. Descontando los fallecidos y los jubilados, (pocos en esta profesión tan longeva), seríamos unos siete u ocho mil compañeros en la Comunidad de Madrid.

Como mis primeras gestiones de colegiación, hermanamiento, seguros y demás había que realizarlas todas en la sede de la Calle Barquillo, no recuerdo si ya existía alguna de las delegaciones del Colegio, en todo caso si no era así no pasó mucho tiempo hasta que se crearon Marqués de Urquijo, Majadahonda, más tarde Padre Claret…

Desde su creación las delegaciones han sido eficaces, amables y muy capaces a pesar de las limitaciones propias de su condición. Nuestro estudio ha trabajado siempre con Marqués de Urquijo, por razones de proximidad física, y la valoración de su trabajo es excelente. Puede que nos ciegue la amabilidad de su gente, pero por otra parte en estos quince o diecisiete años no hemos encontrado un compañero que no prefiriera acudir a la delegación en lugar de pasar por el laberinto físico y administrativo en que se ha convertido la sede de Barquillo.

Antes de seguir con este post debo decir que personalmente he tenido la enorme suerte de heredar, que no merecer, un trato estupendo en Barquillo. Sin embargo cada vez que he ido a la Sede he visto a compañeros y clientes desesperados ante la complejidad de los procedimientos de visado, las esperas, y, sobre todo la ausencia de un interlocutor único que los guiara en las gestiones a realizar.

Puede que se deba al espacio físico más reducido que permite la comunicación entre el personal de la delegación, tal vez el mobiliario de mesas, mucho más accesible y cercano que los mostradores/barrera de la Sede, o simplemente la no - masificación, hacen que los colegiados prefiramos ir a una delegación y reservar Barquillo para los expedientes conflictivos. Y no se trata de una razón geográfica, de cercanía sino, insisto, de eficacia y fluidez.

Al principio, si no recuerdo mal, las delegaciones contaban con dos, en algunos casos tres personas en tareas de recepción, mecanización, visado y caja, y un arquitecto de control. A principios de los dos mil, con el boom inmobiliario, fueron creciendo en plantilla y asignando tareas específicas al personal que en los primeros años hacía de todo, sin perder en ningún momento la eficacia y sobre todo, manteniendo la fluidez de comunicación con el colegiado.


Ahora han llegado las vacas flacas, y el Colegio está despidiendo a buena parte del personal que contrató, en mi opinión de modo precipitado y primando cantidad sobre organización y revisión de procedimientos. La semana pasada me llegó la noticia de que un posible próximo paso sea el cierre de las delegaciones.

Somos ya cerca de veinte mil colegiados, descontando las bajas puede que quince mil y por negro que veamos el futuro próximo, a medio o largo plazo el trabajo volverá a condiciones digamos normales. Si no pensáramos así más nos valdría ir aprendiendo otro oficio.

Y me pregunto si en lugar de cerrar delegaciones no convendría pararse a pensar cómo debe funcionar la futura Sede de las Escuelas Pías y, teniendo en cuanta que las delegaciones han demostrado una calidad de servicio en las tareas de visado y gestiones cotidianas, no sería más sensato conservarlas. Puede que hay que hacer ajustes y reducir su plantilla de forma temporal pero me parece un disparate eliminar una estructura eficaz tanto para el colegiado como para los escasos clientes que quedan. A estos últimos, sólo hace falta que les hagamos volver a Barquillo para que pierdan las pocas ganas que les quedan de contratarnos.

De paso y con la amenaza de la posible desaparición de los Colegios convendría aprovechar el parón para revisar los procedimientos, intentar que el visado sea un valor añadido, una garantía de calidad, en lugar de un trámite administrativo y mejorar nuestro trabajo.

Además de este post, enviaremos cartas a la Decana, contra el cierre de las delegaciones, invitamos desde aquí a todos los compañeros que las utilizan a apoyar esta causa.