domingo, 16 de noviembre de 2008

Sin pausa pero sin prisa


En estas últimas semanas estamos trabajando en varios proyectos muy diferentes. Unos tienen más que ver con la arquitectura, otros con la dirección de proyectos, y otros son meras tareas de coordinación y gestión. Todos ellos comparten sin embargo la incertidumbre de estos tiempos de crisis y la posibilidad de que mañana pasen al archivo de proyectos no ejecutados o convertirse en nuestra principal preocupación durante los próximos meses. Confiamos en que ocurra lo segundo.

En todos ellos intervienen varios equipos y en las reuniones de trabajo observamos cierta prisa por tomar decisiones, sean o no las adecuadas, y muy poco interés por analizar lo que es necesario hacer y sobre todo lo que es mejor para el resultado último del proyecto. Supongo que la inseguridad sobre cuánto tiempo estará el proyecto sobre la mesa influye en la pasión con que se trata de avanzar como sea, de quemar etapas a toda costa: aquí elijo la piedra que puedo colocar mañana, no la que es mejor, allá meto una mesa aunque para sentarme a ella solo lo pueda hacer encima porque no quepo, más allá planteo una estructura sin saber aún cuál es el solar en el que me muevo.

El dominical de El País del domingo 16 de Noviembre publica una entrevista con Kazuyo Sejima, y entre muchas respuestas inteligentes a preguntas que no lo son tanto, nos gustaría destacar la siguiente:

P “ ¿Necesita que sus edificios sean perfectos?”
R: “ Necesito hacerlo bien. Dar todo lo que puedo. Y para eso ya le he contado que, como soy lenta, necesito tiempo.”

Creo que esta respuesta no es sólo aplicable a la maravillosa arquitectura de Sejima, que por otra parte no debe ser nada lenta sino muy inteligente. Ante cualquier tarea la única respuesta inmediata que debemos ofrecer es nuestra disponibilidad.

Todas las otras respuestas requerirán tiempo si queremos hacerlo bien.

Es muy posible que decisiones rápidas produzcan muchos pájaros en mano, pero como nos dijo alguien muy sabio hace apenas un mes, “ yo no quiero un pájaro en mano, quiero los ciento que están volando”. Tal vez no podamos tener todos los pájaros hoy pero mientras vuelen siempre habrá opcion de perseguirlos.

Lean la entrevista a Sejima, y háganlo despacio, su actitud es tan asombrosa como su arquitectura.
http://www.elpais.com/articulo/portada/Camino/extrema/sencillez/elpepusoceps/20081116elpepspor_6/Tes

Otra recomendación para gente sin prisa: Bar Juan sin Prisa, C/ Puerto Rico 17, Madrid

No hay comentarios: