Agua y arquitectura o la importancia del mantenimiento del edificio

Llevamos 2 días sin agua. Todo debido a obras de mantenimiento del edificio donde está nuestra oficina.

Este elemento en el que pocas veces concentramos nuestra atención, de repente se convierte –paradójicamente por su ausencia- en una condicionante interesante de nuestro día a día. Como si de repente nos diéramos cuenta de lo útil, a la vez que importante, que es tener acceso –ilimitado ¿?- a él.

Hace unos poco días clausuró la Expo de Zaragoza cuyo tema central era el Agua. H2O. Actualmente hay varias organizaciones (desde iniciativas privadas hasta organismos internacionales) que tienen este tema como eje transversal de sus políticas de intervención. Todo gira en torno a la misma pregunta: ¿cómo garantizar el acceso al agua que se nos acaba? Y las respuestas varían dependiendo de las variables sociales, económicas, ecológicas, geográficas, y las prioridades de cada una, sin tener una única respuesta para las preguntas que desencadena: ¿A quién? ¿Para qué uso? ¿Por cuánto tiempo? ¿Con qué tecnología? ¿A qué coste? ¿Con qué beneficio? ¿Con qué impacto ambiental?

Ahora bien, desde la perspectiva de la arquitectura: ¿qué tipo de compromiso puede generarse para promover algún tipo de acción que hagan de este acceso un proceso sustentable?

Más allá de las condicionantes implícitas a una ubicación concreta, quizás es importante estar al tanto de las opciones que tenemos.


Aquí un link a las conclusiones de un foro acerca de agua y arquitectura, si bien es competencia de cada uno elaborar sus propias conclusiones y ponerlas en marcha.